RELIQUIA 100ml

Reliqvia, o «lo que queda» de su derivado latino, rinde homenaje a un gran guardián de las reliquias de la Pasión de Cristo: la iglesia de la Croix en Senigallia, una pequeña ciudad costera italiana de la región de las Marcas. De su fachada de estilo renacentista emanan las primeras notas frescas de grosella negra mezcladas con naranja dulce y amarga, rematadas por cuatro pilastras. Al cruzar el umbral de este lugar sagrado, entra el olor místico de la nuez moscada, mezclado con el olor amaderado de sus paredes. Finalmente, el incienso en toda su potencia embalsama hasta el artesonado de este lugar dedicado a la adoración diaria del Santísimo. La Reliquia, con su frasco dorado que recuerda las paredes de madera de la iglesia decorada con relieves barrocos, es el testimonio concreto de una existencia por encima de nosotros: la última huella del paso del Mesías por la Tierra. La inestimable custodia de los objetos sagrados nos recuerda que el tiempo es precioso y que corre el riesgo de consumirse en el torbellino de la vida. Una estela mística como el clavo de la Pasión.